El día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora a las victimas producidas por la última dictadura militar que gobernó nuestro país, autoproclamada como Proceso de Reorganización Nacional.
Hoy 24 de Marzo se recuerda en Argentina una fecha funesta para su historia: “El 24 de Marzo de 1976”.
Asumía el control del país una Junta de Comandantes que habían desidido tomar el control político del país. Este control significo la disolución de los partidos políticos y el Congreso, anulación de la libertad de prensa y expresión, supresión de toda actividad política y sindical.
El fin de esta Junta Militar era la de disciplinar al conjunto del pueblo Argentino y desarticular toda resistencia a la opresión, pero en realidad eliminaron hombres y mujeres que encarnaban los anhelos transformadores de un país igualitario y equitativo.
De esta manera comenzaba el mayor genocidio de la historia Nacional, la acción criminal se extendió a todos los estamentos sociales, culturales, políticos, educativos, intelectuales, profesionales y religiosos selectivamente para hacer desaparecer a quienes disentían abiertamente con el modelo del Estado Gendarme.
El saldo de este accionar fue un país sometido al terror con 30.000 detenidos , desaparecidos y asesinados , 500 niños nacidos en cautiverio – apropiados, decenas de miles de exiliados y el desmantelamiento del Estado.
V.M.G.
“”La memoria nos ayuda a iluminar el presente y a generar el futuro en la vida de los pueblos y en nuestra propia vida. La historia es memoria de la vida de los pueblos que se fue construyendo en el tiempo entre luces y sombras, entre el dolor y la resistencia.
La Argentina es sacudida y violentada por la última Dictadura Militar y por todas las dictaduras implantadas en América Latina impuestas a través de la Doctrina de la Seguridad Nacional por los Estados Unidos. Los golpes militares y sus mecanismos del terror, metodologías que llevaron al asesinato, torturas, desaparición de personas, destrucción de la capacidad productiva del país y los miles de exiliados dispersos en el mundo están en nuestra memoria…”””
Fragmento de la carta de Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz)
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